4 de julio de 2012

Hoy no es triste.

No sé qué sería de mí sin los micromomentos de felicidad que me da. Reírnos de todo o de nada, pero reírnos, y mirarnos, y comernos con los ojos, y seguir riendo.
Por esto es por lo que le quiero, nadie sabe hacerme caer tan bajo como él y luego levantarme hasta el cielo tirando de mi sonrisa. 






            Si yo soy buena e inocente...