29 de agosto de 2012

Ojalá en París.

No tener a la persona con la que quieres estar a tu lado es una putada.

Yo que soy tan reacia a las moderneces, a mí que me gusta que me enamoren por correo (no electrónico, gracias) y me ganen con las sonrisas, yo. Y vas tú y apareces por las redes sociales, y me vacilas, y encima voy y te doy mi número de teléfono, aún no lo entiendo, con lo gañán que tú eres y lo pastel que soy yo...

Ahora sueño cada noche con el momento de verte y saltar a tus brazos, que nos enredemos por el suelo de cualquier hotel de dos estrellas y me susurres un te quiero como lo hiciste por primera vez, y nunca olvidaré. Ya no sé dormir si no oigo tu voz justo antes de taparme con el edredón. Tus "Quiero verte para enamorarme y perder la cabeza por ti", o "Estoy empalmado de pensar en ti", ser tu niña, tu rubia, tu, tu y tú. Ya no hay nada más, ni quiero nada más.




Luego otra vez a vivir, luego primavera, invierno.




Nunca me ha gustado París.



21 de agosto de 2012

Título.

¿Os habéis fijado que cuando dibujáis con pintura sobre algo en rotulador, aunque mal, acaba por cubrir al anterior dibujo? Al contrario no pasa... resbala.

Las personas somos así, pueden garabatear tu corazón con mil rotuladores que llegará alguien que dibuje tu historia de princesas con la pintura más pastel del mundo, y será bello. (Lo bello y lo bestia.)