29 de diciembre de 2012

No quiero no estar así.

Angustia, lágrimas, echarle de menos. Se despierta. Solo ha sido una pesadilla. Se da la vuelta y no está al lado, maldita distancia. Mira la hora, la fecha, suena Diciembre. Calma, la música y ella laten al mismo ritmo. Coge el móvil, ahí están sus "Buenos días, mi reina". Vuelve a dormir.

28 de diciembre de 2012

Buenas noches.


No entiendo porqué se le llama planchar la oreja a dormir, pero bueno. 
Buenas noches pequeños pezones.

26 de diciembre de 2012

Que se acabe el mundo si quiere.


Papá Noel le ha traído a Deisi este pelele precioso, creo que como siga dentro de él mucho tiempo más va a morir de la cuquicidad. Además, es meterse en él y estar calentita y olvidarse del resto del mundo, y ay.


19 de diciembre de 2012

16 de diciembre de 2012

...

Es domingo, llueve y me acaba de bajar la regla. Pero esto solo es por dar información sin importancia, porque todo esto que me pasa y voy a escribir vive en mí desde hace un tiempo ya. No pretendo que tenga muchos puntos en las casillas buenas, ni comentarios, ni nada. Porque sinceramente, la opinión de gente anónima ahora mismo me importa una mierda, solo quiero desahogarme y vomitar de una vez todo esto que me está apretando tan fuerte el pecho. Bien, voy a ello, y voy a escribirte a ti, porque tengo la esperanza de que aunque sean solo cenizas algo quede...

Yo tenía algo especial contigo, era precioso, era tan bonito que solo me faltaba una cosa, y es que estuvieras a mi lado físicamente, todo lo demás ya lo tenía. Era feliz, y me hacías muy feliz, te lo prometo, a veces aún lo sigo sintiendo. Nos podíamos pasar horas y horas hablando por teléfono, de ambientadores, de lo ridículo que era ir solo al cine. Planeábamos cómo sería nuestro futuro piso, en Madrid. Con su perro y nuestra buhardilla decorada con cosas de cantautora. Tú a todo me decías que sí, menos a que nuestro bulldog francés te quitara el sitio en la cama. Me escribías las cosas más bonitas en tu blog, y las más sucias nos las guardábamos para decirlas en privado. 

Estuvimos a punto de llegar a realizar el plan más bonito que alguien me ha propuesto nunca, y eso era por el simple hecho de estar contigo. Se basaba en un hostal en plena Gran vía, la azotea del círculo de bellas artes y mis vestidos, que luego tiraríamos por el suelo. No pudo ser, todo se empezaba a complicar.

Maldita crisis, maldito todo. Perdiste el trabajo y, como es normal, las preocupaciones aumentan, piensas en muchas cosas y tu mente está en otra galaxia distinta a la mía. Y lo entiendo, de verdad, por enésima vez, te entiendo. Pero ¿ese es motivo para que se enfríe lo nuestro? Así es, por lo que se ve lo era. Ya no hablábamos horas, sino diez minutos porque en seguida pasaría algo que nos haría colgar, o incluso había días que ni siquiera escuchaba su voz. Cada vez los te quieros, por muy fuertes que los dijeses, eran más débiles...

Yo que no me puedo guardar nada y tú que nunca quieres discutir, se me iban quedando las cosas dentro, y al final llega un  momento en el que no puedes más y explotas, y eso pasó, y fue la primera noche que lloré, y te dije que no quería saber más de ti por un tiempo, que solo llegó hasta el día siguiente porque me moría por dentro cada vez que pensaba en ti, te necesitaba, y lo sigo haciendo.

Después de algo así es imposible que todo volviese a la normalidad, discutíamos todas las noches, y tú te ibas a dormir y yo no podía reprimir las lágrimas, cosa que no me importa, soy una llorica, todo el rato. Lo peor era el dolor, me sentía, y siento, tan sola y tan vacía. Y han sido más las noches que me he pasado así hasta ahora que las que no.

Siguiendo con la historia: menos que mas pero tirábamos para delante, yo al menos, aún confío en que tú lo llevaras por dentro y también lo hicieras. Pero era la misma o peor situación que nos había llevado a la mierda antes. Yo necesito tu calor, aunque sea a 500 km, te juro que lo he sentido, que he sentido todos esos besos que me prometías, pero ya no queda nada. Solo mis 'necesito que me demuestres' y tus 'ya sabes que estoy mal'. Y no íbamos a ninguna parte.

No te puedes ni imaginar lo que me dolía cuando me prometías que me llamarías al día siguiente, y no lo hacías. Porque hasta las últimas veces, que ya me había prometido no creerte, lo hacía, y me ilusionaba, para que luego llegases tú a romperme. Recuerdo la última vez que escuché tu voz, no sé, serían unos cinco minutos si llega los que estuvimos al teléfono. Ya no supimos ni qué decirnos, no hubo esa complicidad que tan feliz me hacía haber encontrado con alguien. Me entraban ganas de llorar, como una premonición.

Después de todo eso, lo último que recuerdo ya es la última discusión, la más fuerte. Yo que, según palabras de tu boca, era tu musa leí por una red cómo se lo decías a otra chica. Admito que me enfadé en ese momento y los celos con los que reaccioné no eran justificados, no era de la misma manera que me lo decías a mí. En mi defensa quiero decir, que lo que me molestó no era que pensase que tendrías algo con otra persona, si no el hecho que le dijeses a otra persona lo mismo que a mí, que yo me sintiese especial y quizás no lo fuese tanto, que para mí tuvieses tan poco tiempo y para otra gente, redes sociales o lo que sea sí. Me sentía fuera de lugar, que alguien se estuviese riendo de mí, que no te importaba absolutamente nada. Cosa que ahora mismo sigo sintiendo.

Me sentía fatal, y discutimos, y esta vez estuvimos días sin hablarnos. Nos borramos de todas las redes sociales, incomunicados. Error. Igualmente te leo. Me parte en dos el no saber de ti, es como si me arrancaran una parte de mi cuerpo de golpe. Se arregló. No, no se arregló. Volvimos a hablar pero nunca se arregló nada. Esta vez ya no tienes tú nada claro. No tienes claro si me quieres. ¿Te puedes hacer una idea de lo duro que es decir esto?

Creo que es la vez que más sinceramente he escrito, sin pararme a pensar metáforas o mierdas que puedan quedar bien, me tiembla el pulso y se me nubla la vista, es el precio a pagar por quitarme la piel supongo.

Me has roto, me has roto entera. Ya nunca se cómo debo actuar. Si soy demasiado cariñosa parezco bipolar, pero en realidad solo es que necesito tu cariño. Si soy más seca sólo obtengo monosílabos de ti. Si saco el tema de nuestra relación tienes un mal día, o estás ocupado, o discutimos y me pongo nerviosa y discutimos más y cada vez va a peor. Y si no te hablo... Pues nada, eso, la nada. Porque tú no quieres saber nada de mí.

¿Estás esperando a que me dé por vencida, deje de hablarte y se acabé así para siempre? Quién sabe, quizás pase. No puedo estar las veinticuatro horas del día pensando en qué decirte, si es buen momento para hablarte, cómo hacer para que vuelvas a quererme, es totalmente agotador.

Solo quiero que me entiendas, que te pongas un poco en mi lugar y me digas qué debo hacer, porque si me dices que te espere te esperaré, pero no soy para siempre.

Me niego a que lo dejes morir... me niego.


8 de diciembre de 2012

Tengo el corazón a punto de estallar.



Te odio, tanto que podría hacerte resucitar... del miedo.

Olvidaste en mi alma el cuaderno en el que solías preguntar cuántos días quedan para vernos.
Tengo el corazón a punto de estallar.

Te odio, como nadie en este mundo te odiará. Te odio, como no se puede odiar a nadie más.

Te odio, te odio, te odio, te odio, te odio...

5 de diciembre de 2012

"Solo" eso.

Quisiera tenerte a mi lado en el sofá, y mirarnos a nuestra manera, y que te mueras por meter tu mano entre mis piernas. Que no haga falta manta para que se quite el frío, mordernos hasta los huesos. Romper hasta los suspiros que se cuelen entre nosotros, sudar y sudar y oler a ti.

30 de noviembre de 2012

Y fumar(nos).

La distancia, la diferencia de edad, mi inseguridad, su forma de pasar de todo. Quizás la forma más fácil sería dejarlo pasar, por el bien de los dos, y sobre todo mío. Pero soy una cabezota (le quiero). Y tengo mucho miedo, más que a las tormentas, me muero de miedo a perderle, se me enfría hasta el corazón.

25 de noviembre de 2012

Vivir en diferido.

"Sin ser, ni oír, ni dar." Y aún así nos miramos y nos morimos. Nos cambia la gravitación cuando estamos cerca. Vivimos a base de polvos mentales (Y en su día... bueno, da igual). Tú con tu novia y yo a lo mío, con mil arañazos cada vez que nos juntamos. Nuestro cariño a ratos y nuestro odio a tiempo completo. Me das y, sobre todo, me quitas el sentido.

A dónde vamos a llegar.

23 de noviembre de 2012

Sobredosis de emociones.

Aplaudí tus últimas canciones 
y a ti esperaba una chica en el coche.
No eres un tipo que busque problemas,
aún así solo pienso en volver a verte.

Zahara.

18 de noviembre de 2012

Recordar.

Recordar: del latín 'recordari' (re 'de nuevo', cordis 'corazón'). 

No puedo evitar recordarte, hacer que pasees por mi corazón constantemente y a tus anchas, pero deja de patearlo, por favor.

17 de noviembre de 2012

No esperéis que sea objetiva.

Que algo que has estado esperando más de un mes haya pasado es una sensación, cuanto menos, horrible. Todo lo contrario al sabor que se queda en la boca tras una noche tan (tan, TAN) bonita. Son sentimientos encontrados todo el rato. Adiós 'El hombre que olvidó su nombre', hola 'El viaje del sonámbulo'.

La sala llena, habían colgado el cartel de 'Entradas agotadas', más que merecidísimo. Yo sentada en una esquina con el corazón que se me salía del pecho. Los minutos parecen horas, pero al final llega el momento.




A las diez puntualísimos, Marcos en el escenario, solo él y su guitarra, y todos los demás nos callamos y nos hacemos pequeñitos ante esa pedazo de voz cuando empieza a cantar 'Naufrago'. Por no hablar de 'Aleluya'. Cerrar los ojos y sentir esa voz cálida, tierna, que abriga, es precioso (como él). 

No esperéis que sea objetiva hablando de alguien que me hace temblar así.

Aparece Raúl con el cajón, pandereta, guitarra, y resumiendo, un poco hombre orquesta. Se inunda la sala de buen rollo (bueno, más del que ya había), tiene una mirada que transmite tanta calma. La conexión entre Marcos y él es tan, no sé, gigante. Claro que, por algo La sonrisa sigue existiendo después de diez años...




Como habréis comprobado no voy a comentar la armonía de sus canciones o si cierto arreglo es copiado de Pepito el de los palotes o si se creen Superman haciendo tal cosa, yo aquí expreso sentimientos, para hablar los tecnicismos ya están los expertos (esos queridos críticos musicales...), YO HE VENIDO A HABLAR DE MI LIBRO, bueno no, ya me entendéis.

Sonaron canciones tranquilas como 'Libres', 'Grito', 'Hay alguien más ahí', (mi) 'Luces de neón', otra de esas de quedarse callados y disfrutarla. Pero creo que es imposible hacer que Marcos se quede sentado un concierto completo y pronto necesita(mos) saltar, bailar con otros temas como 'Euforia' o 'Extraño'. Un bolo de La sonrisa no sería lo mismo sin esos momentos de microlocura transitoria del señor Casal. Todo esto mientras una bronquitis estaba pegándose con su garganta, pero Marcos es muy Marcos y no hay nada que le pare.

Todo empieza y todo acaba, por suerte aún quedaba mucho por ver/oír/criticar anoche. Así, por ejemplo, los invitados (muchos) con los que lo pasamos muy bien, aunque como todos, tengo mi debilidad por uno de ellos. Por el escenario (que le habían puesto bien bonito, por cierto) pasaron artistas como Wacho con su saxo, Ibis a la guitarra y Mario de inocencio (momento que me pareció de los mejores de la noche, favoritismos a parte, y que fue gracioso que hasta las cuerdas de la guitarra de Marcos quisieran saltar, es que fueron 'Puedo', 'Loco'... y así pues es que no se puede disimular).




Más tarde y homenajeando a George Harrison, todos los anteriormente mencionados volvieron al escenario, además de Juan (El sueño de morfeo) y Javi y Gema (Spanish Peasant). Presentación de los mismos y el público nos lo pasamos bien. (Muy bien, me sienta, me sienta bien... Bueno, eso.)




Ahora sí que sí, llega el final y tras estar saltando y moviéndonos como locos les suplicamos una canción más (Solo una vez más...). Toca despedirnos sentados, con 'El instante', me teletransporta y se me rompe el corazón y se me rompe todo. Malditos Raúl y Marcos, lo bonito que lo hicieron.




Nadie podrá arrebatarnos toda la magia de ese instante.

Solo se puede estar así.

Después de un concierto de La sonrisa de Julia solo se puede estar así, y más el fin de gira de ayer, fueron tan bonitos...

14 de noviembre de 2012

El drama más triste del mundo.

Érase una vez una chica que un día conoció a un músico, le tocó la barba y se enamoró.

Fin.

11 de noviembre de 2012

Que se mueran las Emes y las Ladys cuchitril.

Un concierto de Leiva siempre es mágico, y esto es así, es un axioma universal. (Para las "princesas": Axioma: proposición que se considera evidente y se acepta sin requerir demostración previa, regla general de pensamiento lógico.)


Sabes que todo va a ir bien cuando le ves y se te hace el nudo en la garganta, qué malo sería acostumbrarse a los bolos, pre-bolos y post-bolos. (La gente que en vez de concierto decimos bolo somos amor, lo tenía que decir.) Bien, pasado el momento "grupie" y prueba de sonido terminada, primera fila. (primeras filas nuestra obsesión, por mi metro sesenta, básicamente, porque otro axioma conciertil es que siempre se te pone alguien delante más alto que tú, y muchas veces cabezón) Bueno, por donde iba, primera fila y tener detrás a las ya mencionadas princesas, conocidas por este nombre por sólo saberse esta canción y ser su preferida, cosa que quedó demostrada cuando dijeron/gritaron (porque esta especie normalmente hablar, lo que es hablar, no saben, y dicho sea de paso, lo de empujar sí que se les da de vicio) "Espera, que tenemos en el móvil la letra de 'El caso de la rubia platino', para cantarla luego." No voy a decir nada al respecto.



Definición gráfica.


Se hace eterna la espera, como siempre, cosquillas en la tripa. 22:30 humo. 22:35 Alex afinando la guitarra de Leiva y ya se oyen los primeros chillidos. 22:40 - 22:45 Sale Lei y casi me quedo sorda, de verdad, los gritos de estas chicas deberían estar en el libro de los récords guiness. Omitiendo eso y que en vez de oír a la Leiband sólo oía sus berridos, empieza lo bonito con "Hoy no voy a ser quien quieres, no tengo miedo, voy a saltar..."



Penaltis. Éxtasis. Todo lo que tú quieras. Subidón total, metiéndose a la gente en el bolsillo (y a niñas en sus botas, prácticamente). Suena animales y todas nos volvemos un poco guarrillas, juraría que nunca la había oído en concierto y es como un tiro en la cabeza, me dejó loca, de las que más me gustaron. Agradecimientos por gastar el dinero en estar ahí esa noche (¿DÓNDE MEJOR?) y suena superviviente, la cuál solo se sabían los más fanes.


Llegan canciones bonitas, Aunque sea un rato, Vis a vis... Esas que son para quedarte quieta, cerrar los ojos y no oír nada más que a él y su guitarra, sentirlo dentro. Y también a veces hacer lo posible por aguantarse las lágrimas. Cosa que, en parte, no fue posible gracias a las nenas de detrás y sus voces de pito gritándonos al oído. Hago un llamamiento a los señores, por favor, tocad en salas para mayores de 18 años, porfi, porfi, porfi. 

Entre canción y canción '¡Qué bien cantáis, Santander!' y tonterías varias de esas, siempre gusta que hagan un poco la pelota, reconozcámoslo ya.

También tocaron la ya mencionada El caso de la rubia platino, del maestro Sabina. Una versión nunca es mejor que la original, pero se salieron. Telediario/Autopista, como se quiera llamar, nos acordamos de Quique, a miles de kilómetros de aquí con un "bebé" entre manos (ganas).


 La energía fluyendo (y conectando) por toda la banda, suena Ya no tengo problemas, de Sidecars y con ella la presentación. El gran (gran gran) César Pop al teclado y guitarras, Luismi a la percusión, los vientos bonitos (Pachequín y Tuli), el señor Robe que le acompaña desde el principio a la batería, Mejías al bajo, el hermanito que le roba los gintonics, Juancho Sidecars, (o Juancho conejo Torres, pero suena muy mal) y, por supuesto, él, Miguel/Leiva.


Superhermanas (siempre con ganas, nos ha quedado claro), y el bolo llega a su fin. O no, que solo iban a por más agua/gintonic/sustancianoidentificada. Bueno, y Juancho a abrirse la camisa cual cani. (Para las princesas: cani, llamado también pokero, shurmano, bakala, shuprimo)

Tras el mini-descanso, (mi amada) Amelie, es taaan bonita. Eme y esta vez sí, para acabar Lady Madrid. 

Sonaron genial, sentí y me divertí, salí con la sensación de que había sido algo grande, y está por encima de intentos de grupie-putillas y todo lo demás. (Aún quedaban cositas, pero son de esas que no se pueden contar.)


Gacias y... hasta pronto.



Fotos hechas por Tamara Herrera.

8 de noviembre de 2012

¿Es un boli?

Y a todos nos pasa (o pasaba si sois ya señores mayores...).
Dudar hasta de si te has puesto bragas.



3 de noviembre de 2012

29 de octubre de 2012

mmmm

Deisi y su amor infinito hacia los brownies. (Y bueno, todo tiop de postres y comida, para qué engañar. ¡VIVA EL COMER!)



24 de octubre de 2012

Mi alter ego.

Creo que nunca puse una foto mía, así que aquí me presento:


Tengo el blog abandonado, pero a partir de ahora dejará de estarlo. :)

10 de septiembre de 2012

Mi lista de señores bonitos.

(O cómo descubrir mis 12 años de edad mental a la humanidad...)

1. Pablo Sotelo (Stereotipos)
2. Dani Marco (Despistaos)
3. Marcos Casal (La sonrisa de Julia)
4. Mario de Inocencio (Días Extraños)
5. Santi Balmes (Love of Lesbian)
6. Dani Mateo
7. Dani Sánchez Arévalo (Primo)
8. Joaquín Sabina
9. David Otero (El pescao)
10. Carlos García (Días Extraños)
11. Krespo (Despistaos)
12. Willy Naves
13. Noni (Lori meyers)
14. Álvaro Navarro (Miss Caffeina)
15. Enric Montefusco (Standstill)




Mi pequeña obsesión por las barbas.

29 de agosto de 2012

Ojalá en París.

No tener a la persona con la que quieres estar a tu lado es una putada.

Yo que soy tan reacia a las moderneces, a mí que me gusta que me enamoren por correo (no electrónico, gracias) y me ganen con las sonrisas, yo. Y vas tú y apareces por las redes sociales, y me vacilas, y encima voy y te doy mi número de teléfono, aún no lo entiendo, con lo gañán que tú eres y lo pastel que soy yo...

Ahora sueño cada noche con el momento de verte y saltar a tus brazos, que nos enredemos por el suelo de cualquier hotel de dos estrellas y me susurres un te quiero como lo hiciste por primera vez, y nunca olvidaré. Ya no sé dormir si no oigo tu voz justo antes de taparme con el edredón. Tus "Quiero verte para enamorarme y perder la cabeza por ti", o "Estoy empalmado de pensar en ti", ser tu niña, tu rubia, tu, tu y tú. Ya no hay nada más, ni quiero nada más.




Luego otra vez a vivir, luego primavera, invierno.




Nunca me ha gustado París.



21 de agosto de 2012

Título.

¿Os habéis fijado que cuando dibujáis con pintura sobre algo en rotulador, aunque mal, acaba por cubrir al anterior dibujo? Al contrario no pasa... resbala.

Las personas somos así, pueden garabatear tu corazón con mil rotuladores que llegará alguien que dibuje tu historia de princesas con la pintura más pastel del mundo, y será bello. (Lo bello y lo bestia.)

4 de julio de 2012

Hoy no es triste.

No sé qué sería de mí sin los micromomentos de felicidad que me da. Reírnos de todo o de nada, pero reírnos, y mirarnos, y comernos con los ojos, y seguir riendo.
Por esto es por lo que le quiero, nadie sabe hacerme caer tan bajo como él y luego levantarme hasta el cielo tirando de mi sonrisa. 






            Si yo soy buena e inocente...

18 de abril de 2012

Maldita dulzura.

¿Sabes lo peor? Saber (así, totalmente segura) que es algo imposible y seguir rompiéndome la boca por conseguirlo. Esos pinchazos en el estómago al quedarte esperando que llegue un gesto, pero no, o unas palabras, pero tampoco, todo se queda en stand by (porque algún día estuvieron encedidos los incendios y me niego completamente a que lo dejes morir). Pero yo ya no te entiendo, ni a ti, ni a mi, ni a nada.

Son tiempos de mirarnos a los ojos y callar, de intentos de acercamiento que se quedan en nada, de ganas que se quedan con las ganas, de tu querer hacer y no saber cómo, de que intuyas que no sé ni respirar sin pensar en ti, que todo tiembla si me hablas tan cerca, que te echo tanto de menos... y nunca aceptarlo. Tiempo de mi mirada fija en la otra punta de la habitación y sonrisa sin fuerzas. - ¿Qué te pasa? - Nada. (Y ese nada siempre significa todo...) Y algún día, espero, alguno de los dos estallará, me darás uno de nuestros abrazos y volverá a estar todo bien, y volverá a quedar claro que soy una idiota. Tu idiota.

Yo por mi parte seguiré comportándome así, hasta que me termines queriendo. O odiando.




















Maldita dulzura la nuestra.

30 de marzo de 2012

24 de marzo (o cómo pasar una noche espectacular)

Mucha gente, calor, ruido que se mezcla con algo parecido a lo que llaman música y olor a sal. La música se para y tras unos milisegundoes en silencio se oyen aplausos. Marcos, Curro y Raúl salen al escenario, más aplausos, silbidos, gritos... Aún no sabían lo que les esperaba esa noche. Con los primeros acordes ya mandaron una onda de buen rollo a las 450 personas allí presentes (sold-out, increíble), y al llegar al estribillo yo ya estaba totalmente colgada de esa voz, de los bailes y de la energía que desprendían los bellos de La sonrisa de Julia. (Todo pese al altísimo volumen de los altavoces que a veces reventaban los oídos)

 Y así fue pasando la casi hora y media de concierto entre saltos, miradas bonitas, risas, gritos, bromas, canciones de quedarte quieta, con los ojos cerrados y notándolo fuerte ('Puedo', 'Dónde está mi vida'... Esta última, uf, preciosa); muchos saltos ('Loco'); 'Extraño', que fue una de las mejores de la noche... Por desgracia todo tiene un fin, y el de este concierto ya llegaba (y eso no mola, no mola nada tío). Aparece Alberto en el escenario, es momento de 'El hombre que olvidó su nombre' y yo me quedo, aparte de mi enamoramiento con esa canción y su respectivo baile epiléptico, con las miradas y sonrisas cómplices encima del escenario. Que todo eso se transmite, de verdad.

 Fin. Un final sudoroso y con una sensación inexplicable que me dibujaba una sonrisa en la cara. Pero la noche no había terminado, ni de coña. Aún quedaban otros cinco señores bonitos por subir ahí arriba. 

Comienzo del concierto algo frío, Alberto pachuchillo hacía lo que podía y el resto de los Miss Caffeina parecía que estaban un poco en otro mundo, cosa que se arregló a la tercera canción. No faltó el larala en 'Mi rutina preferida', 'Otoño y mariposas', me sorprendió 'Golosinas, otra canción para cerrar los ojos y dejar que haga pum pum; los saltos en 'Ley de gravitación universal', 'Ley de imposibilidad del fenómeno' que me llegó al alma y 'Capitán' sintiendo como retumba por dentro. 'Lisboa' espectacular, junto con Marcos, de la Sonrisa, que elevaba los pies del suelo de verdad, con un fin en 'El hombre que olvidó su nombre' de nuevo y caras de felicidad absoluta en todos y cada uno de los que ocupaban el escenario.

 Tras suplicar varias veces 'Otra', ahora sí que sí, llega el (sublime) final con 'Cabaret'. Ojalá pudiese probar un poquito de lo que siente Alberto en ese momento cantando entre el público, debe ser genial... Una vez todos arriba, la última parte de la última canción del último grupo de la noche acaba, y lo que yo tengo es agotamiento y felicidad a partes iguales, es extremo.

 Es precioso.

23 de febrero de 2012

Carta desesperada.

No. 'No' es la primera palabra que se me viene a la cabeza al pensar en ti. No debes atraerme, no debes gustarme, ni siquiera debería estar escribiéndote, no debo echarte de menos, no debo, al fin y al cabo, quererte. Pero es difícil, improbable, imposible no colgarse de tu sonrisa y esperar ese vis a vis semanal que necesito más que respirar y al final siempre acabamos traspasando los barrotes, y vienes y me abrazas, y me partes en dos, porque cuando estoy contigo hasta una caricia me rompe. Y ahora... Ahora te necesito aquí, que me mires y me cantes tu canción favorita, que automáticamente pasará a ser mía también; que te inventes otra melodía y a mi se me quede esa cara de boba, reírme de ti y sentirnos de esa, perdón, a nuestra manera.

 Estoy modo autodestrucción, escuchando música que me recuerda a ti junto a una taza de colacao echando humo. Soy más de las tuyas de lo que te crees, cariño. Y tengo miedo, miedo de cagarla, eres demasiado importante para mí (pero eso ya lo sabes); miedo a perderte, miedo de no poder salir de ésta... Necesito una solución a esta locura y dejar de temblar así, y no llega, no llega.

Solo te pido una cosa, por favor, no te alejes nunca.






"Dejar por escrito que no voy a abandonar, y ponerle sangre al grito de los que aman sin poder amar."