10 de abril de 2011

Axl Rose.

Te mueres por unas miserables caricias al llegar a la cama en las noches de alcohol. Te mueres por hacer planes de domingo por la tarde, y de lunes de mañana. Por besos largos, polvos cortos y por apretarme tanto que pueda traspasar tus canciones. Te mueres por oírme escapar de puntillas a media noche y cerrarme el paso justo en el último momento. Por irnos de compras y escondernos entre los montones de ropa, fingiendo que no nos importamos. Por parar el reloj y el sol se cuele por los agujeros mientras aún estamos enredándonos bajo las sábanas. Te mueres, lo sé y lo sabes. Pero eres demasiado Axl Rose para reconocerlo. Tranquilo yo sigo en mi línea, paso a paso. Te tengo más que calado.

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