4 de abril de 2011

Cosquillas en la tripa (o cómo esperar un mes y un día por un disco)

Mira que al principio no me decía nada, que me asustaba que esas personitas a las que quiero y admiro tanto no me terminaran de llenar, pero eso me pasa por escuchar una canción una sola vez y sacar conclusiones precipitadas. Porque sí, porque Desi es así de lista. Menos mal que luego llega la aparte buena...
Que es la de descubrir que esa canción significa todo lo contrario. Porque en uno de esos momentos raros lo escuché una y otra vez, y otra, y otra... y cada vez descubría algo, y me gustaba más. Y eso sólo con un minutito de música. No me puedo imaginar cuando tenga el disco en mis manos.
Y sí, al principio me dio miedo. Es muy distinto a todo lo que escucho normalmente (que no es pequeño el conjunto), es... es que no sé ni cómo describirlo. Tiene el vozarrón de Inés, las guitarracas, bajos, digo bajo y rock'n roll de Mario y SúperChema. No quiero decir nada más, a ver si lo voy a estropear. No sé cómo se me pudo pasar por la cabeza que ésto no me iba a gustar.
Ayer tuve la prueba de lo grande que iba a ser ésto para mí. No pude dormir. Estuve pensando casi toda la noche cómo sería, cómo lo viviré, los viajes, los conciertos, la pasta que me voy a gastar en estos gansos ser feliz. Y no me suele pasar, lo juro, en mis dieciocho añitos sólo me ha pasado con tres grupos, con Belgrado cuatro. Despistaos, El canto, y Días Extraños...
Hacía mucho que no me llegaba esta ilusión por algo, años. Y es genial... es genial hasta la espera.



Belgrado

No hay comentarios:

Publicar un comentario